domingo, 24 de abril de 2011

¿QUÉ HARÍAMOS LAS MUJERES SIN NADIE QUE NOS DIJERA COMO ACTUAR?




She can kill with a smile
She can wound with her eyes
She can ruin your faith with her casual lies
And she only reveals what she wants you to see
She hides like a child,
But she's always a woman to me

She can lead you to love
She can take you or leave you
She can ask for the truth
But she'll never believe
And she'll take what you give her, as long as it's free
Yeah, she steals like a thief
But she's always a woman to me

¿Qué somos las mujeres? ¿Qué destino nos tienen predispuesto? Gracias a la publicidad que trata de dar respuestas a estas preguntas podemos caminar en el mundo más tranquilas. Y es que, ¿qué haríamos sin nadie que nos dijera como actuar? Observamos de forma cotidiana muchos de los anuncios con los que la televisión nos bombardea a todas horas, terminando por creer que lo que nos cuentan es algo normal y que sólo pretenden vender un producto. Sin embargo, si de verdad nos paráramos un momento a ver y a escuchar lo que estos proyectan, terminaríamos escandalizados. Ese es mi caso. Lo que quieren es mucho más que promocionar medias, quieren imponernos un estilo de vida en el que compremos sus calcetines.

Sé que son muchos los ejemplos que puedo dar, pero ahora mismo tengo en mente el anuncio de Calcedonia Esperamos que sea niña (por eso lo de los calcetines). Una historia que nos va enseñando los diferentes pasos que una mujer necesita cumplir para serlo, desde su nacimiento hasta que se queda embarazada y ya deje de importar ella (pues es bien sabido que una mujer vive por su hijos). Cada plano nos revela el camino adecuado que debemos tomar: por eso la niña (que viste de rosa, claro) tiene que tomar clases de ballet (también vistiendo de rosa), encontrar novio siendo una adolescente muy femenina, encontrar un trabajo apropiado para ella, emocionarse con su boda y finalmente quedarse embarazada. Estas son las metas que cualquier mujer debe cumplir para realizarse en la vida.

Oh, she takes care of herself
She can wait if she wants
She's ahead of her time
Oh, and she never gives out
And she never gives in
She just changes her mind

And she'll promise you more
Than the Garden of Eden
Then she'll carelessly cut you
And laugh while you're bleedin'
But she'll bring out the best
And the worst you can be
Blame it all on yourself
Cause she's always a woman to me

 Y es que, qué sería de nosotras si por un casual decidiéramos no casarnos, o no tener hijos. Quedaríamos incompletas, pues no hemos venido al mundo para eso. Cuántas veces he tenido que escuchar a lo largo de mi vida que “una novia mayor, es mocita vieja” y que “se me va a pasar el arroz y luego me voy a arrepentir”. ¿Quién puede concebir que una mujer tenga más prioridades en su existencia que tener descendencia? Eso sería comportarse como un hombre. Y aunque mi ironía haga demasiado visible el argumento que expongo (hasta tal punto que pueda parecer exagerada), la realidad nos la muestra la publicidad. Ésta nos expone que esas metas rancias y costumbristas siguen marcando en la actualidad el camino de muchas de nosotras.

Así que sí, debemos rechazar las medias al igual que nuestras antepasadas quemaron los sujetadores. El mundo necesita que sigamos siendo conscientes de que la lucha aún no ha terminado, que no hemos avanzado en este tema tanto como nos gustaría. Es cierto que se realizan muchos estudios de género y que hay muchas personas empeñadas en que esto cambie, pero desgraciadamente parece no salir de los ámbitos universitarios. 

Oh, she takes care of herself
She can wait if she wants
She's ahead of her time
Oh, and she never gives out
And she never gives in
She just changes her mind

She is frequently kind
And she's suddenly cruel
She can do as she pleases
She's nobody's fool
And she can't be convicted
She's earned her degree
And the most she will do
Is throw shadows at you
But she's always a woman to me*

Los publicistas, la televisión que los emite, las empresas que los encargan, etc. deberían plantearse qué están haciendo. A dónde quieren conducir a la sociedad por medio de las historias que nos cuentan los anuncios con los que nos machacan, hasta tal punto, que parece que lo exponen es algo normal e inocente.
Yo estoy dispuesta a dejar de usar medias, a quemar mi sujetador, a luchar para anular toda opresión que nos venga impuesta, pero, para ello, hay que comenzar cuestionando lo que vemos y no dejarnos llevar sin más por lo que nos dicen que debe ser. Debemos tener  criterio.

* She's always a woman. Canción que acompaña a las imágenes en el anuncio de Calcedonia, compuesta por Billy Joel.

http://www.youtube.com/watch?v=fz7Cs5bd5J8 

miércoles, 6 de abril de 2011

Agresión televisiva


A veces necesitamos expresar en voz alta nuestros pensamientos para sentirnos escuchados y, con suerte, comprendidos por los demás. Necesitamos sentir que nuestra palabra tiene el poder de efectuar actos performativos en la sociedad. Incluso hasta, quizás, el poder de cambiar algunas cosas que no deberían ser como son. Es una lástima que en gran medida esta ensoñación no se adapte a lo que sucede en realidad

Lo que yo quiero expresar en este espacio es solo la impotencia que puede sentir alguien cuando se sienta ante el televisor. Y con esto no me estoy refiriendo a los tan criticados programas del corazón, ni a ciertos canales consideramos con tendencia política hacia la derecha o hacia la izquierda. El tema central de mis intervenciones serán unos discursos ofrecidos en todas las cadenas y a todas horas del día. Hablo de la publicidad. ¿Qué es lo que está sucediendo para que en pleno siglo XXI los anuncios que se emiten por televisión tengan tan poca consideración hacia algunos colectivos, entre los que destaco a las mujeres? No son pocas las veces que quedo boquiabierta cuando observo en la pequeña pantalla como ángeles (femeninos, por supuesto) de 90, 60, 90 caen ante un hombre debido al efecto de su desodorante; o como una niña de unos 8 años le pide a su novio de la misma edad que la proporcione un coche mayor… Estas ideas que nos transmite la publicidad en forma de cuentos o pequeñas historias nos hacen retroceder por ejemplo ante todos los estudios de género creados hasta hoy día. Y lo peor de todo, es que pasa desapercibido para mucha gente, que no solo lo ve como algo natural y gracioso, sino que se empeñan en juzgar y desacreditar  a las personas que, como yo, se aterran al pensar que ha sido posible emitir ciertas cosas.

Pensándolo bien, puede que con este blog vaya mucho más allá, pues ya que ocupo este espacio para denunciar, desde mi punto de vista, estos contenidos, ¿acaso no merece la pena también explorar otros de la misma calaña que no llegan a emitirse en televisión? Por ejemplo, esta semana ha sido noticia en el telediario el hecho de que una tienda de muebles descuente 30% de la factura a todos aquellos clientes que se bajen los pantalones y posen para una foto, y  lo peor de todo es que los compradores parecían más que complacidos. ¿A caso soy la única que ve una actitud humillante en este acto? ¿No es suficientemente evidente que el poderoso hace lo que quiere con el que menos tiene que tras bajarse los pantalones queda incluso agradecido?

Dicho esto os invito a leer mis próximas entradas y a expresar también todo aquello que necesitéis al respecto. Estoy segura que mi voz no será la única que se alce ante esta invasión masiva que vivimos en la actualidad y que intenta hacernos retroceder en el tiempo, situando a cada cual (mujer-hombre, rico-pobre, etc.) en el lugar que le corresponde.